El blog de Botellas a la mar

   D. S he tenido que hacer un esfuerzo tremendo de humildad para estar aquí, ya que esto para mí, ¡es impensable!, aun sintiéndome extraña y fuera de lugar ¡aquí estoy!. Me he propuesto disfrutar de este acto, en honor a todos vosotros, nada me lo va a enturbiar.

   D. FGF. decía: ¡”el cristianismo es aficionarse y saborearlo”! y... ¡es verdad! porque en estos treinta y cinco años, no he hecho otra cosa que aficionarme, saboreando, recreándome en Jesucristo ¡con pasión! esto, me ha llevado a donde estoy, aceptando los acontecimientos de cada momento, buenos o malos, – ya que unos y otros- todos; están llenos de vida y la vida que me envuelve, es la que respiro y trago a borbotones.

   Hoy no es día de méritos, de palmas, ni de echar cuentas o lamentos sino de agradecimientos, de dar gracias, sobre todo al amor de mi vida, de mi alma, gracias a Dios por su existencia por estar siempre vivo por estar en mi historia, por ser el mismo ¡Mi historia! Porque todos los sinsabores y sufrimientos quedan en nada, al taparlos Él con su presencia.

   Gracias a todos los que estáis en mi vida, porque sois más importantes y merecedores por supuesto, que yo misma, ¡Gracias!

   Gracias a Don INC que confió y nos apoyó sin dudar, respetando y dejándonos en completa libertad de acción para que trabajáramos, haciendo y deshaciendo, ¡Gracias!

   Gracias a D. JVB  que continúo con la misma tónica de su predecesor, consiguiendo que nos sintiéramos queridos por él. ¡Gracias!

   Gracias a D. IFC  que con su cabeza clarividente, constantemente estuvo cercano con sus consejos llenos de amor, pronto a escuchar, ayudar y animar, haciéndonos sentir acompañados y fortalecidos ¡Gracias!

  Gracias a D. JRG por los cincuenta y dos años que con finura exquisita y paciencia ha ocupado el puesto del padre que no tuve, por haber sido el libro abierto y limpio en el que he aprendido lo que es servicio, entrega, generosidad, sacrificio, lealtad, honestidad, transparencia, pobreza, su amor a la iglesia, a la doctrina social de la misma, al sacerdocio, por no haberle nunca oído criticar... por su amor a Dios y a los pobres. ¡Gracias!

  Gracias a los que ya no están entre nosotros con pero sí vivos en el Reino: D. FG,  D. DL, CM, CC, RM, FG, SG. ¡Gracias!

   Gracias a las almas de nuestras casas que sin ellos, no tendrían razón de existir; lo más valioso y vivo que en las últimas etapas de la vida son entregados a nuestras manos como el mejor de los tesoros ¡nuestros queridísimos ancianos y ancianas que dejan en nuestros corazones huellas imborrables! ¡Infinitas gracias a Dios por habérnoslo confiado! Gracias a Clara S, Petrucha, Antonia L, Consuelo A, que con su generosidad nos dejaron, haciéndonos participes de sus sacrificios a lo largo de sus vidas, sus ahorros. ¡Gracias!

   Gracias a las familias que nos entregan a sus seres queridos, creyendo en nosotros, confiando en nuestro hacer, hasta llegar en muchas ocasiones a establecerse relaciones preciosas que perduran a lo largo de los años. ¡Gracias!

   Gracias a nuestro exquisito y entregado personal, me enorgullezco y emociono por la preciosidad de personas que tenemos, sin ellos sería imposible la marcha, el funcionamiento, la singularidad, e identidad, la calidad y calidez de nuestros Centros. Su entrega silenciosa la mayoría de la veces, al involucrarse, haciéndolo todo más fácil, el poner el corazón con dulzura en el trato a nuestros ancianos, el empeño, la donación el llegar a empatizar, escuchar y quererlos como propios. Es digno de admirar, e impresiona, como en el desempeño de su gran labor, terminamos formando un gran equipo. Demostrando que estamos juntos en todo. ¡Gracias!

   Gracias a mis queridísimos I, L, J, S, AM, Directoras y Administrador, esencias indispensables y ejemplares que ven a nuestros mayores desde sus corazones llenos de: fuerza, entusiasmo, sacrificios, empuje y sobre todo de amor, algo que no tiene recompensas ¡dais tanto, a cambio de tan poco! Sois tan importantes para mí que sois mi vida misma. ¡Gracias!

   Gracias a los hombres y mujeres de la Junta de Andalucía, a los Alcaldes de nuestros pueblos, que se comprometieron con nosotros, creyendo en nuestros proyectos, facilitándonos y aportándonos medios necesarios para ejecutarlos. Aún algunos, a través del tiempo continúan demostrando ser amigos sinceros: AM, PG, PdlS, M.ª LF TA... ¡Gracias!

   Gracias a los que empezaron junto a mí hace treinta y cinco años, mis queridísimos y valiosísimos amigos: Fundadores y Patronos que han pasado, o están, dejando lo mejor de ellos mismos: JQ participando cuando lo hemos necesitado, AA el más generoso de los arquitectos, AL mi amiga del alma, GS con su mucho hacer en silencioso, JM excelente médico y no menos jefe de obra, TG dispuesto siempre a todo lo necesario, M Iglesia luchadora de todo lo justo, D Conde por su generosidad al hacer un hecho, lo impensable, José L C trasmitiendo siempre tranquilidad y calma, el incondicional O Domínguez por su labor insuperable y tantos otros que han hecho realidad, ¡lo imposible e inviable! ¡Gracias!

   Gracias a D. JC por su cariño a nuestros mayores, por la atención espiritual y disponibilidad siempre que lo hemos necesitado, por su sincera confianza, y cercanía ¡Gracias!

  Gracias a los sacerdotes santos que han pasado por nuestras vidas, mostrando virtudes hechas estelas de luz, de paz de sosiego. Ejemplos vivos donde nos hemos mirado. ¡Gracias!

   Gracias porque los sueños dejan de ser sueños, cuando el amor hecho capacidad, en los corazones de todos vosotros, se han juntado, llevando a hacer realidad, estos preciosos Centros, como bien dice Gonzalo de Berceo en el azulejo de la entrada de una de nuestras Casas: “ acaecí en un prado verde y bien mullido, de flores bien poblado, lugar codiciadero para hombre cansado”. ¡Gracias!

   Gracias porque todos vosotros, sois la causa de que yo desee ardientemente ser mejor. Gracias, gracias, gracias, siempre gracias porque si no fuera agradecida no sería bien nacida. ¡Gracias!

   Gracias a H d l S el pueblo que me acogió allá por 1987, permitiéndome respirar sus aires serranos, andar llenándome de su luz por sus callejas, caminos y preciosos senderos por donde he madurado como mujer, en mis hechos y sentimientos, gracias a sus gentes, las cuales me han cautivado y enamorado. ¡Gracias!

   Gracias D. S a Usted y a sus predecesores, pastores de nuestra diócesis, porque con vuestra influencia pastoral, ha sido posible que la sede de H cuente con un servicio humilde, a los más pobres y necesitados. Gracias por su acercamiento, por tender sus manos con muestra de sincero cariño y deseos de entendernos, le pido fervientemente que acepte y guarde estos templos vivos como suyos, que acoja y proteja a los directivos de los centros que siempre ellos encuentren en Usted un corazón de padre, donde puedan descansar con confianza y abandono, aún en las equivocaciones, si las hubiese. ¡Gracias D. S por esta medalla que es reconocimiento a tantas mujeres y hombres que en silencio, con total generosidad quitando tiempo a sus familias, a sus descansos, se han dado sin límites hasta hacer de estas Casas, “Hogares rebosantes de alegría, amorosos, seguros y pacíficos”. ¡Gracias!

                                                      ¡Sí a la vida!