Lucía ha sido engendrada por generaciones de amor. Sus bisabuelos, a los que conocí, enamorados, tenaces, en su forma de contemplar la vida, cariñosos. Los abuelos, de corazón leal, honrados,sensibles, de alma limpia, enamoradísimos, con temor de Dios, personas ejemplares. El padre al que conozco menos, buena gente, muy buena gente. La madre, ha heredado de los abuelos la tenacidad en sus decisiones, con alma y sensibilidad de artista, con un corazón desbordante de amor y ternura. Éstos son los antecedentes, el nido, donde a través, de generaciones, se ha ido formando las raíces, los genes que serían, los que formaran a Lucía, un bebe dulce, apacible, risueña, alegre, que por la fe y decisión de sus progenitores, vestida con sus mejores galas y ajena a todo, fue llevada por sus padrinos, abuelos, bisabuela y acompañantes a la presencia del Señor, para incorporarla a la Iglesia, a la comunidad de fe y de vida.
Por estar el parroco ausente, el Sacramento lo administraría un recién ungido diácono, perteneciente a una comunidad cristiana, compuesta por solteros, matrimonios e hijos. Que viven su fe, desde hace muchísimos años, con constancia, profundidad, y entrega, de larga andadura en pots del Maestro, testimoniando que Jesús está con nosotros. Cuando el Celebrante llegó, se encontró perdido, sin saber, tuvo que empezar por situarse, ya que no había nada preparado, ni muchas posibilidades de hacerlo, los armarios de la sacristía estaban cerrados, sin llaves para abrirlos, todo resultaba caótico.¿Qué hacer? Con preocupación y serenidad, aceptamos la situación -con todos los invitados alrededor - pusimos coraje y empeño, en que el acto fuera lo que tenia que ser "El Sacramento del Bautismo" escojimos unas lecturas preciosas, encontramos en la capilla bautismal santos óleos, no se de donde, salió una vela y como no había vestidura blanca, salí corriendo a casa, y cogí un precioso corporal que sirvió para cubrirle la cabeza. En medio de tanto caos, de ir y venir, se realizó el más precioso Bautismo, al que jamás haya asistido. Fue un acto vivo, solemne, dinámico, alegre, ante la imagen de la Virgen del Carmen, presidiendo ante el altar. Lucía fue bautizada, la escogida por Dios desde toda la eternidad, en brazos de sus padres y padrinos, ha sido ungida sacerdote, profeta y reina, de nuevo ininterrumpidamente nace de Dios el milagro de la vida y la gracia, una vida que no tendrá fin, porque Lucía vencerá la muerte al igual que su Maestro, que su Dios y su Creador y vivirá para siempre, porque....¡¡¡Jesús vive!!!
Festividad de María Virgen y Reina 22 de Agosto 2011
¡¡¡Sí a la vida!!!